martes, 2 de agosto de 2011

" la olla arrocera"

!es un dispositivo usado principalmente para hacer arroz¡

º ollas arroceras  electricas:
La preparación del arroz ha sido tradicionalmente un proceso de cocción que exigía atención para asegurar que el arroz se hacía adecuadamente. Las ollas arroceras simplifican el proceso controlando automáticamente el calor y el tiempo de cocción, y liberando al mismo tiempo un fuego en la cocina. Aunque la olla arrocera no acelera necesariamente el proceso de cocción, la implicación del cocinero se reduce a simplemente corregir la cantidad de agua. Una vez que la olla se enciende, el arroz se cocina sin más atención.
Típicamente, una olla arrocera consta de un exterior aislante que contiene un elemento calefactor, en el que encaja un bol desmontable interior, que a veces es antiadherente o está recubierto de teflón y a menudo tiene marcas graduadas en tazas de arroz (blanco). Mientras los modelos más económicos o antiguos usan una electrónica, mecánica y sensores térmicos simples, las ollas arroceras de gama alta incluyen microprocesadores para controlar el proceso de cocción y con frecuencia incorporan un temporizador que puede usarse para fijar la hora de fin deseada. Algunos de los modelos más avanzados usan inducció.

la olla principalmente sirve para varios funcionamientos como:

Principios básicos de funcionamiento
El cuenco de la olla arrocera suele ser desmontable, y bajo él queda un calentador y un termostato, que suponen los principales componentes de la olla. Un muelle empuja el termostato contra el fondo del bol para lograr un buen contacto térmico y asegurar una medida exacta de la temperatura. Durante la cocción la mezcla de arroz y agua se caliente a toda potencia. La temperatura no puede superar los 100 °C, ya que entonces el agua entraría en ebullición. Al final de la cocción, parte del agua ha sido absorbida por el arroz y el resto evaporada. Si se sigue calentando en ese punto, la temperatura excede el punto de ebullición. Entonces se activa el termostato, cambiando la olla a modo de «mantener caliente», lo que conserva el arroz a unos 65 °C aproximadamente. Algunas ollas arroceras simples se limitan a apagarse en ese momento.